DIFRUTA DE IR DE PINCHOS DE FORMA SALUDABLE

Ir de pinchos de forma saludable puede suponer todo un reto, especialmente durante el verano. Te enseñamos todo lo que necesitas saber para conseguir hacerlo de forma saludable.
¿QUÉ ES LA SALUD?
Para entender cuál es la mejor manera de ir de pinchos de forma saludable, lo primero que tenemos que hacer es comprender el concepto de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Como se puede observar el concepto de salud es bastante complejo y puede resultar confuso. Hoy hablaremos de cuáles son las mejores opciones a nivel nutricional a la hora de prevenir enfermedades, en el contexto español, pero no debemos perder de vista que comer fuera es también un acto social y por tanto debemos encontrar un equilibrio si queremos cuidar de nuestra salud en todos los aspectos. Curiosamente, ir de pinchos de forma saludable no es tan sencillo como elegir aquellos más sanos sin plantearnos nada más.
CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE IR DE PINCHOS DE FORMA SALUDABLE
- TRATA DE REDUCIR TU CONSUMO DE ALCOHOL
Según el último informe del Ministerio de Sanidad (2021) “El alcohol supone en nuestro país un importante factor de riesgo de carga de enfermedad y mortalidad, en un contexto social de normalización y banalización del consumo”. Los datos son innegables, nuestro consumo es elevado y el precio a pagar también. Según el Ministerio de Sanidad “entre el periodo 2010-2017 se produjeron en España una media de 15.489 muertes al año atribuibles a alcohol, siendo el 55,7% muertes prematuras”. Podemos concluir por tanto que su consumo no es para nada saludable.

Antes hemos comentado que la vida social está muy relacionada con la alimentación. El consumo de alcohol en nuestra sociedad está muy normalizado y banalizado por lo que puede que aunque desees reducir riesgos disminuyendo su consumo (el riesgo cero no existe cuando se bebe alcohol, sea la cantidad que sea), te resulte complicado. Te dejamos algunos consejos para ayudarte con ello:
- OPTA POR BEBIDAS SIN ALCOHOL. Hay algunas opciones que puedes encontrar con relativa facilidad en muchos bares como agua, agua con gas (añade si quieres hielo y limón), cerveza sin alcohol (0,0), zumo de tomate, leche, café con leche y hielo, infusiones con hielo, cócteles sin alcohol (vigila el aporte de azúcar libre) … Son algunas ideas que puede que no te hayas planteado antes pero que disfrutas.
- ALTERNA CON BEBIDAS SIN ALCOHOL. Si vas a beber una buena forma de reducir el consumo es alternar con cualquier opción sin alcohol de las mencionadas anteriormente o poner un límite al número que vas a consumir para evitar un consumo de alto riesgo.
- REDUCE LA CANTIDAD DE ALCOHOL CONSUMIDO. Si vas a tomar por bebidas alcohólicas, opta mejor por bebidas de menor graduación (fíjate en la etiqueta para conocerla) o tamaños pequeños como cortos, quintos… Evitando especialmente cachis, jarras… No es una solución definitiva, pero sí menos perjudicial. Recuerda que el riesgo cero, no existe cuando decides beber alcohol.
- PRIORIZA ALIMENTOS…
En Umami nos gusta mucho el concepto de “priorizar” ya que tiene en cuenta que el consumo de ciertos alimentos como las frutas y las verduras se relaciona con mejores parámetros de salud, pero también deja sitio a la idea de ser flexible con la alimentación, algo que nos puede ayudar con la mejora de la salud a nivel social o mental. Este concepto plantea un equilibrio y no una idea extrema. Es más sensato, realista y útil. Priorizar es clave si queremos disfrutar de ir de pinchos de forma saludable. ¿Qué alimentos aconsejamos priorizar entonces?
- Saludables: son aquellos alimentos cuyo consumo se relaciona con mejores parámetros de salud y por lo tanto, con una mejor calidad de vida. Estamos hablando de las frutas, las verduras, las legumbres, los frutos secos, los cereales integrales, el pescado…
- Saciantes: se consideran saciantes aquellos alimentos cuya digestión es más lenta y por tanto mantienen nuestro estómago lleno más tiempo y retrasan la sensación de hambre. Esto nos permite no tener que estar recurriendo a comida constantemente para calmar nuestro apetito. Ojo, porque la saciedad es un concepto complejo, y además del volumen y el peso de la comida, también influye la velocidad a la que sale del estómago (alimentos con fibra o grasa enlentecen la digestión) y las kcal ingeridas (es importante que no sean demasiado bajas).
- Que disfrutes: aunque es importante que prioricemos alimentos saludables, dentro de esta categoría, también lo es que los disfrutemos. De nada sirve pedirme una gilda si no te gusta nada porque no es sostenible a largo plazo y hará que veas los hábitos saludables como un martirio y no como un estilo de vida. Oye, igual la gilda no es lo tuyo pero esa tosta con salmón te llama más la atención.
- Que no te causen compulsión: es difícil de resumir por aquí pero hay alimentos que por sus características sensoriales o por la relación emocional que hemos desarrollado con ellos pueden hacer que los consumamos rápido y en grandes cantidades, de forma compulsiva. Lo mejor es que trabajes este tipo de comportamiento con la ayuda de un profesional si es que existen razones emocionales detrás, o que evites simplemente alimentos que ocasionan este comportamiento simplemente por sus características (temporalmente, hasta que mejore esa compulsión). Un ejemplo muy típico suelen ser las patatas fritas que “una vez se empieza, cuesta parar de comerlas”, esto no suele pasar con las aceitunas que suelen gustar pero sin generar este comportamiento.
Algunas pautas saludables a tener en cuenta a la hora de elegir un pincho son:
- Elegir según técnica de cocinado: trata de reducir el consumo de fritos, salsas de dudosa calidad nutricional, alimentos cocinados con embutidos…
- Reducir el consumo de carnes y pescados procesados y embutidos: jamón, chorizo, fuet, surimi, gulas, salchichas, hamburguesas, albóndigas…
- Si es posible, incluir algo de fibra: pepinillos, guindas, champiñones, legumbres …

Ejemplos:
Pepinillos, aceitunas, gildas, gambas, champiñones, capataz, mejillones, pimientos, carne o pescado (sin salsas comerciales añadidas), tostas de salmón, guacamole, atún, huevos y revueltos, boquerones, zanahorias aliñadas, queso, legumbres sin embutido, espárragos, … ¡hay opciones saludables y deliciosas que seguro disfrutas!
3. INTENTA CONECTAR CON TUS SEÑALES DE HAMBRE-SACIEDAD
No siempre comemos por según nuestras señales de hambre y saciedad y no pasa nada por ello. A veces comemos, por ejemplo, por razones culturales o porque algo sabe bien siempre y cuando así lo decidamos, no hay inconveniente, porque se disfruta. El problema es que la mayoría de las veces sí deberíamos atender a nuestro hambre real ya que ignorar siempre nuestras señales hormonales puede llevarnos a comer más o menos energía de la que necesitamos, tener atracones, problemas digestivos… Es importante que prestemos atención a la información que nos envía nuestro cuerpo, tanto en casa como fuera de ésta, y que ajustemos la cantidad la mayoría de las veces a ello.

4. ENCUENTRA TU PROPIO EQUILIBRIO
Para poder lograrlo es importante que analices cada situación y actúes según tus necesidades. Para ello es fundamental que aunque priorices la comida saludable abandones la mentalidad “blanco o negro”. Pensamientos del tipo “o no lo como o lo como todo”, “dentro de casa como muy sano pero fuera todo lo contrario”, “cuanta menos cantidad coma mejor”, “ahora ya da igual…”, “si estoy trabajando lo hago a rajatabla, pero si estoy de vacaciones haré lo que me de la gana” empeoran nuestra relación con la comida llevándonos a periodos de restricción y otros de sobreingesta. Lo mejor que puedes hacer si te apetece mucho algo no saludable es incluirlo en tu alimentación de forma normal, cuidando la frecuencia y la cantidad para que no afecte a tu salud, siempre que sea posible y volviendo de nuevo a la rutina.
Desde el punto de vista nutricional es absurdo pensar por ejemplo, que por comer un día un puñado de patatas fritas va a causarte una enfermedad o que va a aumentar tu porcentaje graso. Simplemente esto no sucede así, es un pensamiento irreal. Lo importante es ver el mapa completo, es decir, tus hábitos a nivel en conjunto.
Espero que hayas disfrutado de este artículo y también de comer pinchos de forma saludable.
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